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La Honda CRF450R se renueva para el año próximo con varias innovaciones heredadas de las competencias y con el objetivo de mejorar drásticamente el rendimiento en curva.
El motor ha sido rediseñado mostrando la salida del escape por la parte delantera, en lugar de por el costado del bloque, como el modelo anterior. Atrás quedó el doble escape, que es reemplazado por un solo silenciador. Con este cambio, la nueva CRF450 reduce su peso en 1.2 kilos y mejora la entrega de potencia a bajas revoluciones.
El embrague es ahora de accionamiento hidráulico y el airbox se agranda desde los 1.8 litros a unos enormes 4.1 litros. El nuevo airbox de mayor tamaño obligó a cambiar la posición del inyector de combustible, que ahora se encuentra a 30 grados, en comparación con los 60 grados del modelo 2020.
El ahorro de peso es una de las principales ventajas de la nueva CRF en comparación con su antecesora. La bomba de combustible es 120 gramos más liviana, la nueva carrocería reduce la cantidad de tornillos necesarios para ajustarla al chasis de 12 a 8, el chasis va de 12 tornillos de montaje a ocho, mientras que el chasis, subchasis y amortiguador fueron revisados para perder unos gramos más.
La carrocería también fue completamente rediseñada, con un asiento 10 mm más alto en la parte trasera y un nuevo tanque de combustible adaptado al nuevo chasis y disposición del escape.
La electrónica también sufre cambios en la nueva CRF450R. Un solo botón maneja ahora el sistema HSTC (Honda Selectable Torque Control) que permite manejar la entrega de potencia. En el lado izquierdo del manillar alberga el botón que acciona las tres opciones de mapeo de motor y el interruptor de apagado, mientras que el manillar derecho aloja el interruptor de arranque.