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Ahora que la tradicional marca norteamericana busca desesperadamente expandir sus horizontes para cortar con una mala racha que lleva por lo menos un lustro, no está de más recordar que Harley-Davidson alguna vez produjo, a través de su antigua filial italiana Aermacchi, motos de pequeñas cilindradas como la SXT-125.
Pero ¿Cómo llegó Harley-Davidson a producir motos como la STX? Aermacchi, combinación de las dos palabras de la compañía madre, Aeronáutica Macchi, era un fabricante de aviones italiano que, luego de terminada la Segunda Guerra Mundial, tuvo que reconvertirse en fabricante de motocicletas con motores de entre 175 y 350cc.
En 1960 Harley buscaba competir con las entonces novedosas bicilíndricas pequeñas de Honda. Para eso tenía que desarrollar nuevos motores o comprar algo hecho y optó por lo segundo. Ese año compraron la mitad de Aermacchi y en 1961 comenzaron a vender en Estados Unidos las primeras 250 italianas, con el nombre de Harley-Davidson Sprint.
Luego de un fallido intento de popularizar modelos con motores dos tiempos Aermacchi de 50, 65 y 125cc, Harley fue a su vez comprada por AMF, fabricante de equipos deportivos. La inyección de capital trajo como resultado la pequeña Baja 100 de dos tiempos, que tuvo algunos éxitos deportivos y renovó el interés de la marca por las pequeñas todo terreno.
AMF decidió entonces comprar el 100% del paquete accionario de Aermacchi en 1974. Ambos fabricantes se beneficiaban: Aermacchi podía seguir compitiendo en el mundial de 250 y 350cc con el respaldo económico de Harley, que expandía su oferta en EE. UU. con los motores italianos.
Ese año fue el del lanzamiento de la SXT-125, una moto que hoy consideraríamos on-off que podía competir en una Baja 1000 con pocas modificaciones. El monocilíndrico supercuadrado erogaba unos 13 CV a 7000 rpm y contaba con una bomba Mikuni mezclaba el aceite con el combustible a través de un carburador Dell ‘Orto de 27 mm.
El chasis era un sencillo y eficaz doble cuna tubular. Adelante tenía una horquilla Ceriani, mientras que atrás contaba con dos amortiguadores ajustables Betor. Las llantas eran de 19 adelante y 18 atrás, con freno a tambor en ambas ruedas, adecuado para un peso de casi 109 kilos.
Sin ser una maravilla de la tecnología, era una maquina bien preparada para competir con las marcas extranjeras, que en Estados Unidos eran exitosas con modelos similares. Sin embargo, como sucedería más adelante en la historia de la marca, AMF decidió concentrarse en las cruisers y las grandes valijeras en lugar de diversificarse, abandonando el proyecto Harley-Davidson/Aermacchi. En 1978 la compañía vende todas las acciones de Aermacchi a Cagiva, quien le da una lavada de cara a la STX que, con el nombre de Cagiva HD SXT 125, fue un éxito de ventas en Europa.
Harley reniega de su conexión italiana por considerarse un intento fallido de expandir su oferta, sin embargo, esta aventura le dio a la compañía cuatro campeonatos en el mundial de velocidad. De la mano de Walter Villa obtuvo 3 campeonatos en 250cc en 1974, 75 y ’76, y en 350cc también en 1976. Todos con el bicilíndrico en paralelo construido por Aermacchi y con la marca Harley-Davidson en el carenado.