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Bror Haglund, el mecánico perfecto

Después de una carrera de diez años en enduro y motocross, Bror Haglund cambió de especialidad para convertirse en mecánico del equipo oficial Husqvarna para algunos de los pilotos más importantes del mundo. Pero empecemos desde el principio, en los viejos tiempos …

Nacido en marzo de 1941, Bror (que significa hermano) vio su primera carrera a la edad de siete años cuando fue a un evento speedway en 1948. «Me impresionó el noruego Basse Hveem, que tenía todo su equipo en perfecto orden, además de ser un buen piloto», recuerda Haglund con una sonrisa en su rostro. Diez años después Bror Haglund participó en su primera carrera. Era una de enduro con el nombre de Shellkannan, el Trofeo Shell. Desafortunadamente, Haglund tuvo problemas con su motor y se vio obligado a retirarse en su debut.

En el mismo año de 1958, Haglund, de 17 años, fue a trabajar para Tage Nyholm, un conocido preparador de motores, con sede en Estocolmo. «Aprendí a trabajar con la fresadora, mecanizando árboles de levas y otras piezas”, dice Haglund. «Lo hacía durante mi tiempo libre cuando estaba haciendo el servicio militar. Me daba un ingreso extra, así que pude comprar una máquina decente para competir».

Después de tres años Haglund recibió una oferta para comenzar a trabajar como mecánico para el genio de la preparación Nils Hedlund, que era responsable de preparar las motos oficiales 500cc de Husqvarna en los años 60. «En el taller de Nisse, pude mejorar mis conocimientos técnicos durante el período de seis años que pasé con él en Spanga, en las afueras de Estocolmo».

En 1963 nuestro ‘Hermano’ debutó en su primera carrera de motocross en Ulriksdal. Haglund había comprado una Husqvarna 250cc de cuatro velocidades, pero resultó ser más exitoso como piloto de enduro que de motocross.

En las temporadas entre 1964 y 1966, Haglund ganó dos medallas de oro y una de bronce en las carreras International Six Days. Él era también el Campeón Nacional sueco en la clase Enduro 175cc, con Husqvarna. Para colmo, Bror Haglund fue tercero en el Campeonato Nacional Junior sueco.

A la edad de 28 años, Bror decidió dejar su carrera como piloto y fue a Huskvarna para trabajar a tiempo completo en la fábrica sueca. En la temporada siguiente, Haglund fue asignado como mecánico del equipo oficial Bengt Aberg, que ganó el título mundial de 500cc por segundo año consecutivo en 1970.

«También ayudé al rival de Aberg y compañero de equipo, Arne Kring durante el período de 1970 a 1973. Kring fue segundo detrás de Aberg en la clase de 500 en 1970», cuenta Haglund. «No hay que olvidar es el piloto que gana el título, no la máquina y ciertamente no el mecánico. Bengt Aberg era un natural con una sensibilidad para el equilibrio que era insuperable», continúa Haglund. «Fuimos muy amigos durante su apogeo a principios de los años 70».

Bror «Julle» Haglund tiene una historia favorita de 1972, cuando Aberg compitió en condiciones fangosas en Sittendorf, Austria: «El terreno estaba extremadamente resbaladizo y mi furgoneta no podía subir una pendiente”, sonríe Julle. «Bengt se perdió la largada, oyendo como los otros pilotos se iban mientras él todavía estaba en el paddock. Bengt pudo alcanzar al pelotón principal pero, cuando rodaba en tercera posición, su motor se ahogó y se detuvo. De lo contrario, habría ganado esta manga”.

Su viaje más largo fue en 1972, cuando Haglund pasó cuatro meses en el extranjero. Después de la temporada europea ‘Julle’ fue a los Estados Unidos y luego a Australia antes de volver a casa. «Al menos Bengt Aberg y yo regresamos a tiempo para celebrar la Navidad con nuestras familias».

En 1975 Bror Haglund recibió un nuevo desafío para el prometedor estadounidense Brad Lackey, el ex «hippie de Berkeley», que apuntaba al campeonato mundial. “Brad era un tipo decente con muchas virtudes”, dijo ‘Julle’. «No sólo era un piloto fantástico, sino también un querido amigo que era fiel a su palabra. Sin embargo, la temporada se amplió, por supuesto, ya que Brad no sólo corrió en Europa, sino que también compitió en los EE.UU. Esto me hizo viajar unos cuantos kilómetros más, pero me gustó ver el Gran Cañón y hacer otros viajes”.

Una carrera memorable se llevó a cabo en Nueva Orleans, donde ‘Julle’ fue instruido de empacar rápido después de las carreras. «Tenemos mosquitos en casa también, le dije a la gente del sur, pero resultó que tenían razón. El lugar estaba repleto de mosquitos que invadieron el lugar durante la tarde. Afortunadamente, los escuché y me marché rápidamente”.

A finales de 1976, Brad se fue de Husqvarna a Honda. A Bror Haglund se le ofreció un lugar en el nuevo equipo, pero inmediatamente lo rechazó. Había dedicado su vida al fabricante sueco y no estaba dispuesto a renunciar a esta relación en el corto plazo. «Entonces no confiaba en los japoneses», dice. Además, me habían educado con Husqvarna y no iba a salir de la ciudad de Huskvarna, al menos en ese momento.

Haglund hizo otras tres temporadas como mecánico del equipo oficial antes de dejar atrás el mundo del motocross. Luego de eso, volvió a trabajar desarrollando amortiguadores en Suecia, estableciéndose en Estocolmo. «Durante mis años viajando por el mundo, encontré que las carreras eran tan duras como hoy», nos dice Julle. «La diferencia es el dinero, que tiende a estropear el deporte. La gente en la actualidad compite para enriquecerse, no porque les guste el juego. Además, nadie culpaba al mecánico de los fracasos en los viejos tiempos. Ese no es el caso en estos días, por desgracia».

Bror Haglund ha estado en todos lados y ha visto medio planeta. En total, calcula que dio al menos sesenta vueltas alrededor del mundo. «Ha sido una tremenda vida, poder trabajar con los mejores pilotos de Husqvarna de todos los tiempos. Pero no puedo retirarme todavía. Me frustro si me quedo en casa”, dice el mecánico de 76 años que todavía está trabajando con una fresadora. «Puedo descansar cuando este viejo«, ríe Bror.