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Según se supo este fin de semana, después del MotoGP de Argentina, Alex Rins comenzaría a negociar la extensión de su contrato con el equipo Suzuki Ecstar. El fabricante japonés apostó por el piloto español el año pasado para dar el salto a la máxima categoría. La marca de Hamamatsu dio a entender a la prensa europea que el acuerdo ya es un hecho y solo están pendientes las formalidades. Es decir que una de las dos GSX-RR ya tendría piloto hasta el 2020, pero no se puede decir lo mismo de la que hoy monta Andrea Iannone.
El italiano ya no cuenta con la venia de los mismos ejecutivos de Suzuki que lo contrataron hace poco más de un año para reemplazar a Maverick Viñales, con la intención de poner a Suzuki a la par de sus rivales de Honda, Yamaha y Ducati. En su primer año con el equipo japonés, Iannone nunca subió al podio y terminó el 13º en el campeonato, a 228 del campeón Marc Márquez. Y las cosas no mejoran en este comienzo de temporada, en la que, luego de dos carreras, está por detrás de Rins en los puntos a pesar de que este abandonó en Qatar.
Por su parte, Lorenzo tampoco está entregando grandes resultados para Ducati y se le están acabando las excusas. Esta falta de rendimiento, combinada con la buena faena que viene haciendo su compañero Andrea Dovizioso, hace creer que Ducati intentaría renovar con Lorenzo por un monto mucho menor que los 12,5 millones de euros que percibe hoy. Para que Lorenzo termine en Suzuki se tienen que dar que su rendimiento con la Desmosedici no mejore considerablemente en las tres próximas carreras y que acceda a cobrar menos o a complementar su salario con variables en función de los resultados. Suzuki parece dispuesto a esperarlo.