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La moto del fabricante italiano participará como moto de exhibición con el fin de seguir desarrollando la tecnología.
Los vehículos eléctricos no son cosa nueva en el Dakar. Hace ya unos cuantos años participó un buggy eléctrico de la firma Acciona, pero el Dakar 2020 tendrá la primera participación de una moto eléctrica. Será una Tacita especialmente preparada como laboratorio de desarrollo de tecnologías renovables.
Tacita no es nueva en el mundo del Rally Raid. En 2012 participó en el Merzouga Rally en Marruecos. Sin embargo, conscientes de las limitaciones que esta tecnología tiene, la moto eléctrica no se enfrentará a el Dakar completo, sino que sólo disputará parte de la última etapa. La Tacita correrá en el llamado Trofeo Qiddiyah, una etapa de 20 km que se disputa al margen de la clasificación general.
No hay información oficial acerca de las prestaciones de la T-Race Rally, pero, si nos basamos en el modelo de calle, podemos esperar que erogue 60 CV con una batería de 18 kWh, lo que le permite una autonomía máxima de 220 km. Esta autonomía no es a ritmo de competición y es esperable que la Tacita pueda recorrer unos 60 kilómetros a ese ritmo.
Esto explica porque la T-Race no podría nunca enfrentar una prueba tan larga como el Rally Dakar. Mientras las baterías no sean capaces de acumular más carga, no veremos una moto eléctrica, o cualquier otro tipo de vehículo, compitiendo mano a mano con los motores a explosión. Sin embargo, es un paso hacia ese objetivo y es sabido que la competencia mejora la especie.